Monasterio de Santa Maria de Ripoll
Uno de los mejores ejemplos del románico catalán
La obra maestra del románico catalán
El pórtico del monasterio de Ripoll es uno de los mejores ejemplos de arte religioso y todo un símbolo del románico catalán.
Un monasterio de vida azarosa
Ripoll fue el principal centro religioso de Cataluña hasta el siglo XIV y es uno de los monasterios históricos más importantes del país. Su pórtico es el ejemplo escultórico más destacado del arte románico peninsular, no solo por su calidad artística, sino también por su importancia como elemento metafórico en torno a la fundación de Cataluña. Wifredo el Velloso, último conde de Barcelona nombrado por los reyes francos, fundó, en el año 880, Santa Maria de Ripoll.
Los orígenes del monasterio se encuentran en una época convulsa de la historia, la fragmentación del Imperio carolingio en condados. Wifredo fue el iniciador del condado de Barcelona y el origen de la dinastía de los reyes de la Corona de Aragón, que hasta 1410 dominaron un amplio territorio que se extendía por el Mediterráneo desde Aragón hasta Grecia.
Regido por la regla benedictina, el monasterio de Ripoll pronto se convirtió en el centro de la vida religiosa del país y en un importante "scriptorium". Por ello se fue ampliando a lo largo de los años, sobre todo durante la etapa en que estuvo al frente del monasterio el abad Oliba. Sin embargo, a raíz de la Peste Negra de 1348, el monasterio sufrió una fuerte reducción de ingresos que fue la causa del inicio de su decadencia. Los conflictos políticos por los nombramientos de los abades, un terremoto en 1428, las invasiones francesas en el siglo XVII el estallido de las guerras carlistas en 1833 y el asalto de un grupo de milicianos en 1835 redujeron prácticamente a cenizas el monasterio.
Con la Renaixença, convertido el monasterio en símbolo de los orígenes de Cataluña, Elies Rogent recibió el encargo de restaurarlo y proteger su pórtico, una obra maestra del siglo XII que se salvó milagrosamente y que constituye el ejemplo más monumental del arte religioso catalán. El pórtico, con forma de arco de triunfo, incluye más de cien escenas independientes que se pueden leer en clave política y que son un excelente ejemplo de arte románico vinculado a la escuela de Toulouse. Junto con el claustro, construido entre los siglos XII y XVI, es el único elemento original que se conserva.
Puntos de interés
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Pórtico
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Claustro